La movilidad sostenible o movilidad sustentable es un concepto que se refiere a la construcción de prácticas más amigables con el medio ambiente en torno a las maneras en las que las personas se trasladan, principalmente en las grandes urbes.
¿Qué es exactamente la movilidad sostenible?
La movilidad sostenible nace como una respuesta a los cambios climáticos generados por la irrupción de los vehículos individuales en el siglo XX. Ese modelo de transporte privado y urbano supuso una fuerte huella climática.
Ello sumado los grandes desplazamientos de la población hacia las ciudades de las últimas décadas, incrementó el impacto ambiental de los medios de transporte no sustentables. Y aquí es donde entra en el juego la movilidad sostenible.
Las grandes urbes y la movilidad sostenible: las smart cities
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), nada más y nada menos que el 55% de la población mundial vive en ciudades.
En estas urbes, las personas se desplazan muchas veces a través de sistemas de transporte no eficientes que contaminan masivamente durante las largas horas de traslados. Esta utilización de vehículos con elevadas emisiones e impacto de huella de carbono son los responsables de buena parte de los gases nocivos que provocan el cambio climático.
Se estima que las emisiones de gases generadas por los medios de transporte alcanzan un cuarto del total de emisiones de dichos gases. La movilidad sostenible pretende que las personas puedan trasladarse de una manera más eficiente, segura, accesible y equitativa y que a su vez, las emisiones contaminantes disminuyan.
El futuro no nos lo pondrá fácil tampoco. Existen varias estimaciones que indican que en un lapso de 30 años la proporción de habitantes en ciudades aumentará en un 13%, es decir, para 2050 se prevé estima que el 68% de la población mundial vivirá en zonas urbanas.
Y ante estas proyecciones, uno de los grandes retos de las urbes es su desarrollo sea sostenible. Serán las denominadas smart cities, que promoverán los medios de transporte sostenibles más amigables con el medio ambiente.
Tráfico de pasajeros y de carga
Pero los números que generan alarmas en organizaciones ambientales y gobiernos no terminan aquí. No solamente la población seguirá desplazándose hacia las zonas urbanas, sino que el crecimiento demográfico seguirá en alza.
Las autoridades estiman que cerca de dos mil 500 millones de personas más vivirán en las ciudades dentro de apenas 30 años.
También esperan que en sólo diez años los pasajeros aumentarán en un 50%, mientras que el volumen de carga crecerá en un 70% en todo el mundo.
Ciertamente que son muchas las organizaciones que están tomando cartas en el asunto, poniendo sus esfuerzos en lograr menores emisiones. Empresas y gobiernos incluyen dentro de sus planes la descarbonización y la reducción de las emisiones de gases. Y para lograrlo, uno de los basamentos es hacer esfuerzos que apunten hacia una movilidad sostenible.
Movilidad sostenible como solución
Entonces, la movilidad sostenible trata de generar traslados con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que se enfoca en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de las grandes urbes.
Con base en el objetivo general de reducir la huella de carbono, gobiernos y organizaciones centran sus estrategias en la construcción de una movilidad sostenible. Es decir, la creación e implementación de medios de transporte que sean capaces de ser más amigables con el medio ambiente.
Las consecuencias directas de implementar la movilidad sostenible a gran escala serán el ahorro en el consumo de energía, la descontaminación del aire e incluso vías de circulación con menores niveles de circulación. Esto sin contar los beneficios directos en la salud de los habitantes de las ciudades.
De lo que se trata es de generar modelos de ciudad donde se den cabida a los medios sostenibles y que cambien a espacios urbanos capaces de generar menores niveles de impacto ambiental.
Transporte sostenible
La tecnología juega un papel fundamental en la movilidad sostenible. Esto porque a través de ella se desarrollan alternativas de transporte diferentes a las basadas en combustibles sólidos, sin que esto merme su eficiencia y velocidad. Por el contrario, los vehículos de propulsión alternativa pueden resultar tanto o más eficientes que los basados en combustibles fósiles.
Pero no se trata sólo de eso. La tecnología atraviesa todas las áreas humanas y la movilidad no es una excepción. La conectividad cada vez más avanzada es una apuesta a lograr una movilidad mucho más eficiente. Con ciudades más conectadas, una mayor eficiencia general podría convertirse en una realidad mucho antes de lo esperado,
Por otra parte, en el caso de las grandes ciudades, incluir medios de transporte sostenibles se ha vuelto una prioridad. Esto implica un replanteamiento urbano en muchos sentidos. Por ejemplo, impulsar un diseño de ciudad que dé prioridad a la movilidad sostenible. Entre algunas acciones, pueden estar la priorización de diseños urbanísticos que acerquen los servicios a sus habitantes, promoción de medios de transporte como bicicletas y regulación del uso de automotores en las áreas urbanas de mayor densidad.
Tipos de transportes sostenibles
Cuando se piensa en medios de transporte sostenibles, es posible que lo primero que venga a la mente sea la bicicleta. Ciertamente es un medio de transporte ecológico y aporta grandes beneficios a la salud de sus usuarios. Sin embargo, también requiere de un planeamiento urbano y del apoyo gubernamental para su desarrollo.
Otros medios de transporte sustentables similares pueden ser las bicicletas eléctricas y los patinetes eléctricos. Al estar movidos por electricidad no contaminan y permiten el descongestionamiento urbano.
Ahora bien, en cuanto a los medios de transporte masivo sustentables, entendiendo estos como aquellos que son capaces de movilizar a gran cantidad de personas con un menor impacto ambiental, los trenes eléctricos son los más emblemáticos. Sin embargo, cada vez son más los casos de autobuses eléctricos o al menos híbridos. En muchos casos, gobiernos y administraciones enfilan sus acciones para la transformación del transporte masivo basado en energías sólidas a otros basados en energías limpias como la eléctrica.
También hay que apuntar que los vehículos individuales eléctricos son más sustentables que los basados en energías fósiles. Tienen un menor impacto ambiental, aunque no reducirán el problema del congestionamiento en las grandes ciudades.
El potencial del transporte sostenible
En la actualidad, el transporte es un gran consumidor de combustibles fósiles y, tal como señalamos anteriormente, emisor de gran parte de gases de efecto invernadero. Pero esto es sólo una cara de la moneda.
En general, una movilidad sostenible tiene el potencial de apoyar el desarrollo económico y social. Estudios demuestran que la vialidad y el transporte público se relacionan con la incidencia de la pobreza, así como el transporte y el desarrollo económico tienen una estrecha relación.
El desarrollo de la movilidad sostenible tiene potencial no sólo de mejorar la calidad de vida de millones de personas, sino también de revertir o al menos estabilizar el cambio climático en todo el planeta.
Una de las soluciones para una movilidad sostenible es la electrificación del transporte público urbano. Esto puede lograrse a través de redes de tranvías y también por los cambios de las flotas de las unidades de transporte público a motores eléctricos o al menos, híbridos.
Desarrollo sostenible
Un desarrollo sostenible en las ciudades se relaciona con tres pilares fundamentales: el económico, el social y el ambiental. Los aumentos previstos en las poblaciones deben estar dentro de los planes de las autoridades gubernamentales para apuntalar el desarrollo sostenible.
Esto se refiere a que aspectos como la vivienda, los servicios básicos como el transporte y la energía, los servicios educativos y muchos otros deben poder servir a las necesidades de los ciudadanos.
La situación ideal es que los gobiernos se dediquen a políticas que mejoren la calidad de vida de los habitantes. Esto tanto en zonas rurales como urbanas, pero dentro de un contexto de desarrollo sostenible que implica que todas las personas tengan acceso a igualdad de condiciones.
En definitiva, está en manos de los gobiernos y las grandes organizaciones mundiales potenciar el desarrollo sostenible y a su vez, la movilidad sostenible. Para resumir, la movilidad sostenible requiere de modelos de transporte más eficientes y que generen menor impacto ambiental, pero que también mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. La llave para el logro de una movilidad sostenible está entre el uso adecuado de la tecnología y la voluntad política de acompañar al desarrollo sostenible.